En una charla con un bodeguero respecto a sustentabilidad derivamos en los corchos vs las tapas a rosca. Según él, para los argentinos si un vino no tiene corcho, es de baja calidad. Se lo discutimos mencionando un par de etiquetas increíbles que introdujeron las tapa a rosca.
No, tranquis, no nos vamos a meter en ese debate puntual, al menos no todavía ;-)
Pero lo cierto es que en el universo de botellas, pocas son las que son cerradas con el capuchón a rosca de metal, aunque el sistema es muy útil -sobre todo si no se tiene un sacacorchos a mano o si sos mujer y el que cerró la botella después del descorche fue un hombre con su fuerza, no es el elegido. ¿Y por qué es? ¿Qué hace la gente con el corcho? ¿Acaso los consumidores entienden algo de eso? ¿Saben que el corcho puede solo parecer de ese árbol bello portugués y contener del mismo solo un 10% y que el resto es plástico?
El corcho se extrae de la corteza del alcornoque. No lo daña ni limita su existencia así que, por ese lado, todo perfecto con el corcho. Además es un material biodegradable, renovable y natural. Pero como a nosotros nos mueve el medio ambiente, tenemos algo así como conciencia ecológica que le dicen, quisimos averiguar más. Reutilizamos botellas, hojas impresas después de presentaciones, imprimimos solo la folletería mínima e indispensable. Y les pedimos a las bodegas que participan del WTU que nos guarden los corchos que están por descartar. Nosotros los reutilizamos ya sea para hacer alguna manualidad, posapavas o lo que venga. Pero en el mercado, no argentino aunque estaría bueno que alguien lo hiciera!, hay una empresa llamada ReCORK que se encargan de reciclarlo, llevan más de 41 millones de corchos recolectados y trabajan junto a Amorim, la mayor productora a nivel mundial de este producto. Si quieren leer más sobre datos del corcho, ingresen aquí. Hay cosillas interesantes.
Si tienen corchos, no los tiren, avisennos y los pasamos a buscar!
Salud!
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