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Rueda de aromas


Seguro muchos habrán oido a algún sommelier decir cosas como este vino es bien mineral, o se siente la grosella madura, o el albaricorque seco tiene gran presencia. Y no, no es un error o que no sabemos usar un corrector, tachamos los descriptores que utilizan porque, si bien existen y Ann C. Noble, norteamericana, creó hace 25 años una rueda de aromas, lo cierto es que la mayoría de los consumidores -ustedes o nosotros- jamás olimos una grosella (mucho menos madura) o no sabemos qué es el albaricorque.



Lo que ocurre es que todas las catas son individuales, lo que uno encuentra puede no existir en otro catador y eso pasa porque depende de los recuerdos, la memoria sensorial juega un rol fundamental al momento de degustar un vino. Y uno tiene que, si quiere obvio!!!, entrenar la nariz para ampliar el rango de aromas que se reconocen.

Entonces, nuestro tip de hoy es que, si bien lo podés comprar en Argentina (un kit piola es el de Spiritu), también podés hacer tus propias muestras. Lo que tenés que hacer es 
1- Descorchar un vino blanco o tinto 
2- Alistar varias copas, si son degustación, mejor.
3- En cada copa servir un poco de vino
4- Etiquetar cada copa con un ingrediente (pará, ya vas a entender!)
5- Y acá es donde entendés. En cada copa colocar, durante una hora, un trocito de algún producto que se encuentra en un vino, por ejemplo ralladura de limón y una cucharada de jugo o una cucharada de mermelada de frutilla, granos de pimienta (blanca o negra), etc. etc. Hay miles de opciones y si no se te ocurren, avisanos y te damos más!
6- Al cabo de una hora, sacar todo lo que es material sólido, que quede solo el vino, ahora perfumado.
7- Disfrutá... Meté tu nariz adentro de esa copa, grabá los aromas, expandí el potencial de tu nariz.

Salud!

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